Cuando observamos el estado de los corales en todo el mundo, puede ser difícil ver un resquicio de esperanza, pero un reciente artículo publicado en Frontiers in Marine Science muestra la esperanza de los corales en lugares improbables. En el estudio, científicos del Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico (AOML) de la NOAA y del Instituto Cooperativo de Estudios Marinos y Atmosféricos (CIMAS) de la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Miami compararon los procesos moleculares de los corales cerebro (Pseudodiploria strigosa) que viven en aguas urbanas del Puerto de Miami con los corales de alta mar de Emerald Reef. Descubrieron que los corales urbanos se habían adaptado a unas condiciones difíciles que les ayudaban a diferenciar y consumir partículas de alimento sanas frente a los organismos enfermos.