Los oceanógrafos del AOML recogen mediciones de costa a costa en el crucero GO-SHIP por el Océano Índico

Durante los meses de marzo y abril, el AOML se unió a un equipo internacional de oceanógrafos para tomar activamente muestras del Océano Índico en apoyo del Programa Mundial de Investigaciones Hidrográficas a Bordo de Buques (GO-SHIP), una iniciativa para medir e investigar las cuencas oceánicas de costa a costa y de arriba a abajo. A bordo del buque de investigación Roger Revelle, el equipo realizó una transección del Océano Índico desde la Antártida hacia el norte hasta la Bahía de Bengala, recogiendo muestras de agua de mar en 113 estaciones como parte de un esfuerzo de varias décadas para medir diversas propiedades del océano, como la temperatura, la salinidad, los nutrientes, el carbono y otros gases.

La pista de crucero para el crucero GO-SHIP del Océano Índico de 2016. Crédito: NOAA

Esta línea de GO-SHIP es parte de un programa de 61 cruceros que cubrirá todas las cuencas oceánicas y proporcionará una evaluación de los cambios en el calor y el contenido de carbono, así como de los cambios en las corrientes oceánicas en escalas de tiempo decenales. La tercera ocupación del transecto del Océano Índico siguió una trayectoria similar a la de anteriores cruceros en 1995 y 2007. Al repetir las mediciones de los parámetros químicos e hidrográficos a intervalos de una década, los investigadores adquieren conocimientos sobre los efectos de un clima cambiante en la física, la química y la biología de los océanos del mundo.

Durante el crucero de cinco semanas, los oceanógrafos utilizaron múltiples instrumentos para recoger y analizar parámetros físicos y biológicos. La hidrografía basada en buques es esencial para documentar los cambios oceánicos en toda la columna de agua, especialmente en el océano profundo por debajo de los dos kilómetros, que comprende el 52% del volumen del océano y que actualmente no puede medirse mediante el perfil de los flotadores ARGO. El equipo utilizó un sensor de Conductividad, Temperatura, Profundidad y Oxígeno (CTD-O2) para medir continuamente la salinidad, la temperatura y el oxígeno. El sensor CTD-O2 está conectado a un paquete de muestras de agua para recoger muestras de agua a 36 profundidades, proporcionando mediciones precisas de salinidad y temperatura en estaciones tan profundas como 6000 metros.

Instrumentos como el flotador ARGO (izquierda) y el CTD-O2 (derecha) son utilizados por los científicos a bordo del crucero GO-SHIP para recoger mediciones oceánicas. Crédito de la imagen: NOAA

Además de las mediciones en aguas profundas, los oceanógrafos desplegaron flotadores de perfil ARGO en lugares selectos a lo largo de la ruta del crucero. Los flotadores ARGO descienden desde la superficie hasta los 2.000 metros y permanecen en la profundidad, moviéndose junto con las corrientes oceánicas profundas. A lo largo de sus cinco años de vida, los flotadores suben a la superficie cada 10 días y capturan un perfil vertical de la temperatura y la salinidad del océano. Varios de los flotadores incluyen sensores de oxígeno, nitrato y pH que ofrecen nuevos conocimientos sobre los cambios estacionales y espaciales de estos parámetros biogeoquímicos en el vasto y poco estudiado Océano Índico.

Estos perfiles, junto con la posición del Sistema de Posicionamiento Global de la superficie, son enviados por satélite al AOML. Actualmente hay más de 3000 flotadores ARGO que proporcionan datos de temperatura y salinidad de todo el océano global, y alrededor de 800 se despliegan cada año para mantener la red activa. Al final del crucero el equipo desplegó ocho nuevos flotadores en el Océano Índico.

Instrumentos como el flotador ARGO (izquierda) y el CTD-O2 (derecha) son utilizados por los científicos a bordo del crucero GO-SHIP para recoger mediciones oceánicas. Crédito de la imagen: NOAA

El crucero del Océano Índico del GO-SHIP apoya los esfuerzos mundiales de observación de los océanos proporcionando importantes datos que servirán de base para evaluar los cambios en el ciclo biogeoquímico de los océanos en respuesta a las actividades naturales y antropogénicas. Estas observaciones colectivas son necesarias para mejorar nuestro conocimiento de la compleja interacción entre nuestros océanos y el clima mundial.

Publicado originalmente por Edward Pritchard, 2016