Investigadores del AOML y del SEFSC se embarcan en un nuevo esfuerzo de colaboración para comprender los impactos del clima en las especies de peces de importancia económica

El programa de Modelización, Análisis, Predicciones y Proyecciones (MAPP) de la NOAA está financiando un nuevo proyecto de colaboración entre el Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico (AOML) y el Centro de Ciencias Pesqueras del Sudeste (SEFSC) para comprender cómo un clima cambiante podría estar influyendo en las poblaciones de peces de importancia comercial. Este proyecto identificará los procesos climáticos y oceánicos clave que afectan a la biología y la química del océano de importancia para las especies costeras de mar abierto en el Golfo de México y en la Bahía del Atlántico Sur de los Estados Unidos, gestionados por el Departamento de Pesca de la NOAA y los consejos regionales de ordenación pesquera.

Este proyecto supondrá la unión de las capacidades de modelización entre el AOML y el SEFSC para crear un cuadro lo más completo posible de los factores que influyen en las poblaciones de peces del Golfo de México y la Bahía del Atlántico Sur. Tanto el AOML como el SEFSC utilizarán sus conocimientos especializados únicos para cumplir la misión de la NOAA de comprender y predecir los cambios en el clima, el tiempo y los océanos, así como la misión de conservar y gestionar los ecosistemas y recursos costeros y marinos. 

"Hemos configurado varios modelos de alta resolución para el Golfo de México, el Mar Caribe y la Bahía del Atlántico Sur", dijo el científico del AOML Sang-Ki Lee. "Usando estos modelos, hemos construido colaboraciones estrechas entre nuestro laboratorio y el centro de ciencias que abordan cuestiones científicas clave, incluyendo los impactos del aumento de las temperaturas oceánicas en el blanqueo de corales y el desove del atún rojo del Atlántico en el Golfo de México y el Mar Caribe, los impactos de El Niño y el aumento de las precipitaciones en los patrones de plancton en la plataforma de Texas-Luisiana, y la variabilidad estacional en la química del carbono oceánico en el Golfo de México". 

Imagen del área de estudio del proyecto, el Golfo de México y la Bahía del Atlántico Sur.

Basándose en los trabajos de investigación de colaboración anteriores, los científicos del AOML y del SEFSC seguirán avanzando en estos esfuerzos de modelización para apoyar la gestión y conservación de los recursos marinos.

Las especies migratorias costeras, como la caballa gigante, la caballa gigante, el mero rojo y el mero rojo, son especies comerciales y recreativas clave que sustentan una economía de miles de millones de dólares. Las evaluaciones más recientes de las poblaciones de estas especies indicaron que las poblaciones comenzaron a disminuir a fines del decenio de 2000, lo que indica ya sea una reducción de la reproductividad de la población, la migración fuera de la zona de ordenación, o ambas cosas. 

La científica del SEFSC, Mandy Karnauskas, dijo que ha visto muchas cosas que no se pueden explicar por la presión de la pesca.  

"Más allá de ver cambios obvios con los peces que migran más al norte, hemos visto pruebas de la disminución de la productividad de las poblaciones para todo un conjunto de especies relacionadas", dijo Karnauskas. "El bajo reclutamiento en general para especies con historias de vida similares sugiere que hay algo que está pasando con el medio ambiente físico".

Una evaluación de las poblaciones es el proceso de reunir, analizar y comunicar información demográfica para determinar los cambios en la abundancia de las poblaciones de peces en respuesta a la pesca y para predecir las tendencias futuras de la abundancia de las poblaciones. Las evaluaciones de las poblaciones hacen un seguimiento de la estructura de edad de la población adulta para determinar cuántos reclutas, o nuevos individuos, se espera que haya en el futuro. Cuando el número real de reclutas no coincide con el número previsto, refleja que algo distinto de la abundancia de la población está afectando a ésta, como el medio ambiente o una especie depredadora. 

Las temperaturas de las aguas superficiales en la Bahía del Atlántico Sur y en el Golfo de México han aumentado en los últimos 20 años y se han documentado varios cambios oceanográficos en la corriente de lazo y en la corriente del Golfo, lo que indica además que los cambios ambientales pueden ser una causa de la disminución de las poblaciones.