La AOML celebra el Día Mundial de los Océanos

El océano es la característica que define a nuestro planeta, cubriendo aproximadamente el 70% de la superficie de la Tierra. El océano produce al menos la mitad del oxígeno del mundo, alberga la mayor parte de la biodiversidad de la Tierra y es la principal fuente de proteínas para más de mil millones de personas en todo el mundo. Es lo que hace posible la vida en la Tierra no sólo para los humanos, sino para todos los organismos de nuestro planeta. 

La investigación realizada en el AOML se centra en el Océano Atlántico, que es una de las cinco cuencas oceánicas que conforman el océano global. Nuestra investigación apoya la misión de la NOAA de comprender y predecir los cambios en el clima, el tiempo, el océano y las costas, para compartir ese conocimiento e información con otros, y para conservar y gestionar los ecosistemas y recursos costeros y marinos.

Uno de los temas de investigación del AOML es la comprensión del papel del océano en el ciclo global del carbono, que es la forma que tiene la naturaleza de reciclar los átomos de carbono. El carbono se intercambia continuamente entre la superficie del océano y la atmósfera, o se almacena durante largos periodos de tiempo en las profundidades del océano.

El ciclo del carbono. Crédito de la imagen: NOAA

Los científicos del AOML controlan el carbono que se desplaza entre el océano y la atmósfera y examinan el impacto de las crecientes cantidades de dióxido de carbono en el océano, que provocan la acidificación de éste. 

El océano absorbe alrededor del 30% del dióxido de carbono (CO2) que se libera en la atmósfera debido a actividades humanas como la quema de combustibles fósiles (por ejemplo, las emisiones de los automóviles) y el cambio de uso del suelo (por ejemplo, la deforestación). Cuando el dióxido de carbono es absorbido por el océano, reacciona químicamente con el agua de mar para formar ácido carbónico, haciendo que el océano se vuelva más ácido. Estos cambios en la química del océano afectan negativamente a especies marinas como los corales y los mariscos, ya que reducen su capacidad de crecimiento y supervivencia.

imagen que muestra el proceso de acidificación de los océanos y cómo impide la calcificación
Esta imagen muestra una concha de pterópodo disolviéndose con el tiempo en agua de mar con un pH más bajo. Cuando el océano absorbe dióxido de carbono de la atmósfera, la química del agua de mar se altera y las condiciones se vuelven más ácidas. Crédito de la imagen: NOAA

El AOML también se dedica a comprender el papel del océano en el clima y el tiempo. El AOML diseña, optimiza y mantiene sistemas de observación de los océanos en colaboración con sus socios para controlar las corrientes oceánicas y otras propiedades. Los datos recogidos permiten a los científicos examinar los patrones de cambio en las características del océano y comprender cómo se mueve el océano y cómo se comunica con la atmósfera de la Tierra. La comprensión de estos patrones de cambio puede explicar, e incluso predecir, fenómenos meteorológicos graves, como los huracanes.

Un planeador oceánico de la NOAA comienza una inmersión
 Un planeador en el océano recogiendo datos con el objetivo de mejorar las previsiones de huracanes.

Para medir los cambios en el océano, los científicos despliegan sensores en satélites, boyas, flotadores, barcos y otras herramientas de observación del océano para recoger mediciones de las propiedades oceánicas. Los datos recogidos permiten a los científicos del AOML mantener valiosos conjuntos de datos a largo plazo de las propiedades oceánicas a lo largo del tiempo para estudiar cómo los cambios oceánicos afectan al clima y a los ecosistemas marinos.

Un científico del AOML despliega un flotador Argo en el océano.

La comprensión de los cambios en la temperatura de la superficie del mar proporciona información fundamental sobre todo el sistema climático mundial. Las mediciones de la temperatura benefician a un amplio espectro de aplicaciones operativas, entre las que se incluyen la vigilancia y previsión climática y estacional, las operaciones de defensa militar, la validación de modelos atmosféricos, el seguimiento de la vida marina, la vigilancia de los corales, el turismo y la gestión de la pesca comercial. 

Aunque el océano es el recurso más importante de nuestro planeta, su salud está amenazada por las acciones humanas. Nuestro océano se enfrenta a la amenaza del cambio climático, la pérdida de biodiversidad, la sobrepesca, la contaminación, la destrucción del hábitat, etc. La investigación que se lleva a cabo en el AOML trabaja para entender cómo el océano está respondiendo a estas amenazas para mostrar la importancia de proteger nuestro océano en el futuro. Para saber más sobre cómo estudia el océano el AOML, visite https://www.aoml.noaa.gov/.