Un nuevo estudio publicado en la revista Nature Microbiology destaca cómo los brotes emergentes y devastadores de infección por Vibrio en América Latina podrían estar relacionados con El Niño, una pauta climática que periódicamente hace que las temperaturas superficiales se calienten en todo el Océano Pacífico ecuatorial. Un investigador del Instituto Cooperativo de Estudios Marinos y Atmosféricos de la Universidad de Miami en el Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico de la NOAA formó parte de un equipo internacional de investigación que utilizó herramientas microbiológicas, genómicas y bioinformáticas para demostrar cómo El Niño proporciona un mecanismo para el transporte de enfermedades de Asia a las Américas.
Los vibrios son bacterias en forma de vara presentes en el medio marino que proliferan en el agua de mar cálida y de baja salinidad. Sólo en los EE.UU., las infecciones de Vibrio causan unas 80.000 enfermedades y 100 muertes al año. Hay muchas especies de Vibrio, las más conocidas son V. cholerae, V. vulnificus y V. parahaemolyticus.
Durante los tres últimos episodios más importantes de El Niño (1990-1991, 1997-1998 y 2010), han surgido en América Latina nuevas variantes asiáticas de Vibrio patógeno. Entre ellas figuran una variante del V. cholerae, que provocó más de 13.000 muertes en el Perú en 1990, y dos variantes del V. parahaemolyticus, que desencadenó una enfermedad gastrointestinal generalizada asociada a los mariscos contaminados en 1997 y 2010.
Los autores observaron que las enfermedades declaradas causadas por las bacterias transmitidas por el agua que se habían notificado en América Latina se desplazaban en paralelo con el lugar y el momento en que las cálidas aguas de El Niño entraban en contacto con la tierra. La secuenciación del genoma completo de las cepas bacterianas sugiere que puede haber efectivamente un vínculo entre los organismos que causan enfermedades en Asia y los que surgen en América Latina, en particular, en el Perú y Chile.
Además, se han identificado estas cepas en fuentes ambientales, lo que proporciona más pruebas de que las aguas del fenómeno de El Niño pueden ser responsables del transporte y la propagación de estos patógenos emergentes a través de miles de millas de océano. ¿Pero cómo puede suceder esto?
Los autores argumentan que Vibrio puede adherirse a organismos más grandes, como el zooplancton. En numerosos estudios, se ha demostrado que Vibrios se une y utiliza estos organismos más grandes como fuente de energía. Impulsado por las corrientes oceánicas, un evento de El Niño podría, por lo tanto, representar un eficiente "corredor biológico" de larga distancia, permitiendo el desplazamiento de organismos marinos de zonas distantes. Este proceso podría proporcionar una fuente periódica y única de nuevos patógenos en América Latina con graves consecuencias para la salud pública en lo que respecta a la propagación y el control de enfermedades.
La causa de los brotes repentinos de infección por Vibrio en América Latina ha sido durante mucho tiempo una fuente de misterio. Los autores esperan que su estudio ayude a las comunidades costeras a prepararse mejor para la amenaza de brotes de enfermedades que plantean los episodios de El Niño.
Otras instituciones que participan en el estudio son la Universidad de Bath, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos y el Centro de Ciencias del Medio Ambiente, la Pesca y la Acuicultura del Reino Unido.
Publicado originalmente por Gail Derr, AOML, 2016