Una nueva ola de tecnología de caza de huracanes de la NOAA explora las interacciones atmosféricas y oceánicas en el Caribe.
El planeador SG609 es uno de los cuatro planeadores que forman parte del Programa de Campo de Huracanes del Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico de la NOAA. El AOML lanzó su proyecto de planeador en 2014 con el objetivo de mejorar la comprensión de los procesos de interacción aire-mar durante los ciclones tropicales. Científicos y técnicos del AOML y de la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez dirigen los despliegues y recuperaciones desde los Laboratorios Marinos de Isla Magueyes en Puerto Rico, que colinda con la colorida comunidad costera de la isla de La Paguera.
Durante la temporada de huracanes del Atlántico, este vehículo submarino autónomo se sumerge a profundidades de hasta 1.000 metros y viaja miles de kilómetros a través del Mar Caribe. En el camino, puede confundir unos pocos calamares gigantes y aletas chocadas con uno o dos tiburones, pero en última instancia, proporciona a los oceanógrafos físicos y meteorólogos una rara mirada a la dinámica aire-mar en juego durante los fenómenos climáticos extremos. Los planeadores se despliegan en el Caribe y en el Atlántico Norte tropical. Los investigadores utilizan los datos de perfiles oceánicos de los planeadores submarinos para evaluar el impacto de las condiciones de los ciclones tropicales en la estructura térmica de la parte superior del océano y para mejorar los pronósticos de la intensidad de los ciclones tropicales.
Los planeadores submarinos utilizan una cantidad bastante pequeña de energía para propulsarse a través del agua. Combinando pequeños cambios en la flotabilidad con dos alas pectorales, son capaces de moverse tanto horizontal como verticalmente. Antes de su despliegue, el equipo de campo renueva los planeadores, calibra la brújula de cada uno de ellos, prueba la flotabilidad, el balanceo y el cabeceo, y realiza inmersiones simuladas en la estación de campo del puerto del planeador en Puerto Rico.
Si bien los resultados preliminares de tormentas como la de Gonzalo son muy prometedores, los investigadores esperan continuar con las misiones de los planeadores durante varios años para construir una base de datos de estudios de casos que ayude a mejorar aún más los modelos de predicción numérica. Su objetivo es adquirir datos de una amplia gama de intensidades y tamaños de ciclones tropicales utilizando los planeadores AOML-CARICOOS. Al mejorar los modelos y los pronósticos, los investigadores de la NOAA ayudan al público a prepararse para el clima peligroso y mantienen a las comunidades informadas y seguras.
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