Muchos arrecifes de coral no podrán crecer lo suficientemente rápido como para mantenerse al ritmo del aumento previsto del nivel del mar, lo que dejará a las costas tropicales y a las islas de baja altitud expuestas a un creciente riesgo de erosión e inundaciones, según sugieren las nuevas investigaciones.
La NOAA contribuyó a un estudio publicado hoy en la revista Nature que compara las tasas de crecimiento ascendentes de los arrecifes de coral con las tasas previstas de aumento del nivel del mar y encontró que muchos arrecifes estarían sumergidos en aguas tan profundas que obstaculizarían su crecimiento y supervivencia. El estudio fue realizado por un equipo internacional de científicos dirigido por la Universidad de Exeter en el Reino Unido.
"Los corales que construyen arrecifes contienen algas simbióticas y requieren de luz para crecer", dijo Ian Enochs, un co-autor del Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico de la NOAA y de la Escuela Rosenstiel de Ciencias Marinas y Atmosféricas de la Universidad de Miami. "Las profundidades de agua cada vez mayores disminuyen la disponibilidad de esa luz y disminuyen la capacidad de un coral para crecer y prosperar".
Los investigadores calcularon las tasas de crecimiento de más de 200 arrecifes de coral en el Atlántico occidental tropical que se encuentra frente a la costa sudeste de los Estados Unidos y el Océano Índico. Los ecosistemas de los arrecifes de coral del Atlántico occidental considerados en este estudio tenían un promedio de 21 por ciento de coral vivo, lo que ha permitido que estos arrecifes sigan el ritmo de los aumentos del nivel del mar hasta la fecha. Sin embargo, dada la aceleración del aumento del nivel del mar, esta cantidad de coral vivo está muy por debajo de lo que se necesita para que los arrecifes se mantengan en el futuro.
El crecimiento de los arrecifes de coral está fuertemente influenciado por la cantidad y los tipos de coral que viven en la superficie del arrecife. Este crecimiento ya se ve obstaculizado por combinaciones de enfermedades de los corales, el deterioro de la calidad del agua y la presión de la pesca, junto con los graves impactos del blanqueo de los corales causado por aguas cada vez más cálidas.
Las comunidades costeras dependen de los arrecifes de coral para crear amortiguadores naturales contra los huracanes, las mareas de tempestad y la erosión costera. Con el tiempo, la incapacidad de los arrecifes de coral para mantenerse al ritmo de la subida del nivel del mar debilitará esa protección natural.
