El huracán Danny y la tormenta tropical Erika proporcionan una gran cantidad de oportunidades de investigación para el Programa de Campo de Huracanes de 2015

Los investigadores de huracanes del AOML llevaron a cabo una serie de actividades de campo en agosto que proporcionaron datos y conocimientos críticos sobre dos ciclones tropicales del Atlántico, Danny y Erika. Las dos tormentas permitieron a los investigadores probar nuevos instrumentos en apoyo del Programa de Campo de Huracanes de 2015 y realizar investigaciones que beneficiarán a las previsiones futuras. Entre los aspectos más destacados cabe mencionar más de 15 misiones exitosas de aeronaves tripuladas y no tripuladas a Danny y Erika para reunir y proporcionar datos en tiempo real al Centro Nacional de Huracanes (NHC), así como para evaluar los modelos de pronóstico.

Una imagen de radar geo-referenciada tomada durante el huracán Danny con el radar de fuselaje bajo del P-3 el viernes 21 de agosto de 2015. Crédito de la imagen: NOAA

La NOAA voló cinco misiones de aviones P-3 y dos misiones de jets G-IV en el huracán Danny, el primer gran huracán de la temporada de 2015. Para la tormenta tropical Erika, la NOAA voló cinco misiones P-3 y tres misiones G-IV cuando la tormenta impactó en el Caribe. Las misiones P-3 al huracán Danny constituyeron la primera transmisión en tiempo real de imágenes georreferenciadas desde el radar de fuselaje bajo del P-3 a los pronosticadores de la NHC. Estas imágenes proporcionaron información valiosa sobre la estructura de Danny mientras la tormenta se agitaba en el Atlántico lejos de la tierra.

Los vuelos P-3 también midieron la estructura del viento de Danny y Erika y el entorno de cizallamiento del viento que los rodeaba. Utilizando el Radar Doppler de Cola a bordo del P-3, los investigadores documentaron altos niveles de cizalladura del viento en todo el Caribe, producto de un fuerte El Niño y un factor importante que contribuye a la disipación de ambas tormentas.

Durante las misiones a Danny y Erika, los científicos reunieron observaciones por primera vez con un instrumento Doppler de lidar de viento montado en el lado del fuselaje P-3 que mide la velocidad del viento en regiones sin lluvia. Los datos del lidar se procesarán y evaluarán para su posible inclusión en el modelo de investigación del HWRF a fin de mejorar las estimaciones de la velocidad del viento en la orientación del modelo.

La aeronave P-3 de la NOAA voló en múltiples misiones al huracán Danny y a la tormenta tropical Erika. Crédito de la imagen: NOAA

La aeronave no tripulada Global Hawk de la NASA completó los dos primeros vuelos de su campaña NOAA 2015 cuando voló sobre la tormenta tropical Erika el 26 y 29 de agosto. El Global Hawk utilizó instrumentos de a bordo para hacer un perfil del funcionamiento interno del Erika y liberó sondas para recoger datos de temperatura, humedad, velocidad y dirección del viento. Los datos en tiempo real se transmitieron por primera vez y se incorporaron a los modelos de previsión operacional.

Otros instrumentos a bordo del Global Hawk, como la sonda de microondas del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, reunieron perfiles verticales de temperatura y humedad y pudieron proporcionar una visión única de la interacción del Erika con la Capa de Aire del Sahara, una masa de aire seco que inhibía el crecimiento del Erika.

El Global Hawk, gestionado por el Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la NASA en California, proporcionó un punto de vista único del Erika a 60.000 pies de altitud, volando unos 15.000 pies más alto que el jet G-IV de la NOAA. Ambos vuelos tuvieron una duración de 24 horas, casi tres veces más larga que la de los aviones tripulados. El Global Hawk forma parte del proyecto de la NOAA "Sensing Hazards with Operational Unmanned Technology (SHOUT)", que busca mejorar los pronósticos de huracanes en cuanto a su trayectoria e intensidad utilizando los datos recogidos por la aeronave no tripulada desde lo alto de la estratosfera hasta la superficie del océano.

Debajo de la superficie del océano se encontraba otro tipo de vehículo no tripulado que recogía datos sobre la interacción del Erika con el nivel superior del océano a medida que la tormenta pasaba por el Caribe. Los dos planeadores submarinos del AOML atravesaron las aguas frente a Puerto Rico, recogiendo mediciones de temperatura que son fundamentales para comprender el papel del océano en la formación, evolución y cambio de intensidad de las tormentas. Esos datos también deberían permitir a los investigadores comprender mejor la respuesta del océano al paso de las tormentas, lo que a su vez mejorará los modelos oceánicos utilizados en los pronósticos de huracanes.

 

Los datos recogidos por el avión cazador de huracanes de la NOAA y el Halcón Mundial se cargaron en tiempo real en el Sistema Global de Telecomunicaciones para su inclusión en los modelos ambientales, lo que permitió a los investigadores predecir mejor la actividad e intensidad futuras de Danny y Erika.