Un estudio de la NOAA revela que los patrones de vuelo innovadores aumentan la precisión de los pronósticos de huracanes

En un nuevo e innovador estudio, los científicos de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) dieron a conocer un avance significativo en el seguimiento y pronóstico de huracanes. El estudio, titulado "The G-IV Inner Circumnavigation: A Story of Successful Organic Interactions Between Research and Operations at NOAA", analiza cómo los científicos de la NOAA están mejorando los pronósticos de huracanes mediante el uso efectivo de aviones cazadores de huracanes de la NOAA.

Tradicionalmente, la NOAA ha utilizado el avión cazador de huracanes Gulfstream-IV (G-IV) de la NOAA para recopilar datos de alrededor de los huracanes, con el objetivo de comprender mejor su estructura y predecir sus movimientos. En 2018, los investigadores de la NOAA introdujeron un cambio clave: implementar una segunda ruta de vuelo más cercana al centro del huracán. Este enfoque inventivo se basó en la creencia de que observaciones más cercanas podrían proporcionar información más detallada sobre el comportamiento de la tormenta, lo que podría mejorar la precisión del pronóstico.

El avión G-IV, equipado con sondas de caída -instrumentos que miden varios parámetros atmosféricos a medida que descienden en paracaídas- vuela ahora dos anillos alrededor de los huracanes. El anillo interior permite a los científicos recopilar datos más cerca del núcleo de la tormenta, un método sugerido previamente por experimentos preliminares para mejorar los pronósticos de trayectoria.

El ingeniero electrónico Steven Paul sostiene una sonda (izquierda) y una minisonda con el Gulfstream IV-SP de la NOAA al fondo. Crédito: NOAA

La colaboración entre el Laboratorio Oceanográfico y Meteorológico del Atlántico (AOML) de la NOAA y el Centro Nacional de Huracanes (NHC), junto con el Centro de Modelado Ambiental (EMC), ha sido esencial en este proyecto. A través de una serie de experimentos, el equipo evaluó cómo el cambio G-IV afectaba a los modelos numéricos de predicción meteorológica, programas informáticos que simulan el tiempo basándose en las entradas de datos.

Los resultados son prometedores: las evaluaciones preliminares de las temporadas de huracanes de 2018 a 2020 sugieren que los datos adicionales recopilados del anillo interior más cercano mejoraron la precisión de los pronósticos de la trayectoria de los huracanes. Si bien las mejoras en la predicción de la intensidad de las tormentas fueron más variadas, la investigación indica un paso adelante en nuestra capacidad para pronosticar huracanes con mayor precisión.

Este avance en el pronóstico de huracanes no es solo una victoria científica; Tiene implicaciones en el mundo real para la preparación y respuesta ante emergencias. Los pronósticos más precisos pueden conducir a decisiones mejor informadas por parte de los administradores de emergencias, lo que podría salvar vidas y reducir los daños a la propiedad al dar a las comunidades más tiempo para prepararse o evacuar.

La colaboración entre los equipos de investigación y pronóstico operativo de la NOAA es fundamental para ampliar los límites de la ciencia de los huracanes. Con planes para introducir un Gulf Stream G550, la NOAA está preparada para avances significativos en el reconocimiento de huracanes, enfatizando la importancia de la innovación y la evaluación exhaustiva en nuestra búsqueda para refinar las predicciones de huracanes. Este enfoque prospectivo garantiza la evolución continua de las técnicas de pronóstico, combinando la última tecnología y metodología para proteger a las comunidades e informar de manera efectiva las estrategias de respuesta.