Los científicos del AOML desempeñan un papel fundamental en el éxito del programa de campo de huracanes de la NOAA

Este verano, los científicos especializados en huracanes del AOML recopilaron datos vitales, probaron nuevos instrumentos, colaboraron con numerosos socios y utilizaron modelos de vanguardia para salvaguardar a las comunidades en la trayectoria de las tormentas destructivas. Estos esfuerzos hicieron avanzar la comprensión de los ciclones tropicales y ayudaron a la NOAA a emitir pronósticos precisos y actualizados que protegieron vidas y propiedades.

La activa temporada de huracanes del Atlántico de 2021 finalizó el 30 de noviembre, produciendo 21 tormentas tropicales con nombre (vientos de 39-73 mph), siete huracanes (vientos de 74 mph y superiores) y cuatro huracanes mayores (vientos de 111 mph y superiores). El año será recordado como el tercero más activo del que se tiene constancia, así como el tercero más costoso, al causar más de 80.000 millones de dólares en daños.

A pesar de los continuos retos debidos a la pandemia mundial, los científicos del AOML trabajaron con sus socios del Centro de Operaciones Aéreas de la NOAA para garantizar que las misiones aéreas Hurricane Hunter contaran con el personal y el apoyo adecuados de la División de Investigación de Huracanes del AOML y del Instituto Cooperativo de Estudios Marinos y Atmosféricos de la Universidad de Miami y sus colegas.

Su participación fue fundamental para el éxito del Programa de Campo de Huracanes 2021 de la NOAA, centrado este año en la campaña de campo APHEX (Advancing the Prediction of Hurricanes Experiment). A lo largo de la temporada volaron 52 misiones en apoyo de APHEX a bordo del avión Hurricane Hunter de la NOAA, con un total de 467 horas de vuelo.

Lasobservaciones recogidas en Elsa, Fred, Grace, Henri, Ida, Larry y Sam incluyeron 146 análisis de radar Doppler de cola de calidad controlada a bordo de los aviones P-3 y G-IV Hurricane Hunter y el despliegue de 1.324 GPS dropsondes y 131 batitermógrafos aéreos prescindibles. El primer despliegue de P-3 de ocho flotadores autónomos lanzados desde el aire, o ALAMO, se produjo además antes de los huracanes Grace y Sam.

Estas mediciones en tiempo real proporcionaron una información inestimable sobre la intensidad de la tormenta, la humedad atmosférica, la temperatura y la presión, así como la estructura de temperatura y salinidad en la superficie del océano hasta profundidades de 1.200 metros. Los datos fueron transmitidos al Centro Nacional de Huracanes de la NOAA y al Centro de Modelización Ambiental, así como asimilados en el modelo de Investigación y Previsión Meteorológica de Huracanes, para las previsiones de trayectoria e intensidad.

En colaboración con el Laboratorio de Ciencias Químicas de la NOAA, también se probó un nuevo y prometedor instrumento, un lidar Doppler de micropulso aerotransportado, o MicroDop. Un MicroDop instalado a bordo de un avión P-3 Hurricane Hunter demostró con éxito el valor de las mediciones del lidar del viento para describir con mayor precisión el entorno de los ciclones tropicales.

Además del Programa de Campo de Huracanes de la NOAA, se llevaron a cabo dos campañas de campo separadas con agencias asociadas, promoviendo las exitosas colaboraciones de la NOAA con sus socios de investigación. Los datos recogidos durante los esfuerzos de campo de la Oficina de Investigación Naval y de la NASA se utilizarán para futuros estudios centrados en una variedad de temas de investigación, incluyendo el cambio rápido de intensidad de los ciclones tropicales, la capa de aire sahariana, las ondas de levante africanas y la convección profunda en la zona de convergencia intertropical.

Por último, los nidos de seguimiento de tormentas de alta resolución añadidos al Sistema de Análisis y Previsión de Huracanes (HAFS), la plataforma de modelización y asimilación de datos de próxima generación de la NOAA, permitieron seguir el movimiento y la evolución de los ciclones tropicales con mayor detalle. Este hito sienta las bases para futuros avances en la previsión de huracanes, más allá del alcance del actual modelo de investigación y previsión meteorológica de huracanes de la NOAA.

Los científicos especializados en huracanes del AOML recogieron este verano observaciones clave para ayudar a las comunidades vulnerables a prepararse para el mal tiempo. Sus esfuerzos durante la activa temporada de huracanes del Atlántico de 2021 se tradujeron en numerosos logros y colaboraciones exitosas que aseguraron el éxito del Programa de Campo de Huracanes de la NOAA.