Las proyecciones climáticas para el siglo XXI sugieren un aumento en la ocurrencia de olas de calor. Sin embargo, el momento en que las señales forzadas externamente del cambio climático antropogénico (ACC) emergen frente a la variabilidad natural de fondo (tiempo de emergencia (ToE)) ha sido difícil de cuantificar, lo que hace que las proyecciones de las futuras olas de calor sean inciertas. En un nuevo artículo publicado en Nature Climate Change (Lopez et al., 2018), Hosmay Lopez y su equipo combinan observaciones y simulaciones de modelos bajo forzamiento presente y futuro para evaluar cómo la variabilidad interna y el ACC modulan las olas de calor de los Estados Unidos. El equipo muestra que el ACC domina la ocurrencia de las olas de calor en las regiones del oeste de los Estados Unidos y de los Grandes Lagos, con el ToE que ocurrió tan temprano como en los años 2020 y 2030, respectivamente. En cambio, la variabilidad interna rige las olas de calor en las Grandes Llanuras septentrionales y meridionales, donde el ToE se produce en los decenios de 2050 y 2070; se cree que este último ToE es el resultado de un aumento proyectado de la variabilidad de la circulación, a saber, el chorro de bajo nivel de la Gran Llanura. Así pues, se necesitan mayores esfuerzos de mitigación y adaptación en las regiones de los Grandes Lagos y del oeste de los Estados Unidos. Esta labor se puso de relieve en climate.gov.